¿De donde vienen los Vikingos?
El 7 de junio de 793, los monjes del monasterio de Lindisfarne, una isla al noroeste de Inglaterra, fueron asaltados por vikingos.
Se trata del primer ataque vikingo del que se tiene constancia. Fue el inicio de la era vikinga. ¿De dónde salían esos hombres? ¿Por qué un pueblo de granjeros y comerciantes se lanzó a saquear media Europa y parte de Asia? ¿Cuál es el origen de los vikingos?
Es decir, “de la furia de los hombres del norte, libéranos, Señor”. Fue una de las plegarias más repetidas por los cristianos de entonces. Esta, junto a otras similares, acabaron por instaurar una imagen que todavía arrastramos: todos los nórdicos eran identificados como vikingos, unos bárbaros incivilizados que arrasaban con todo allí por donde iban. Estas crónicas han perpetuado el calificativo de “vikingo” para nombrar a todos los habitantes de los pueblos nórdicos entre los siglos VIII y XI. Pero solo aquellos que se dedicaban al pillaje, el robo y a guerrear eran vikingos. De hecho, ninguno de ellos era vikingo todo el tiempo, digamos que más bien “vikingueaban” durante un tiempo, normalmente en verano. El resto del año, la mayoría eran granjeros y algunos navegaban para comerciar con sus productos.
Y, claro está, estos vikingos que hicieron temblar a la cristiandad medieval no surgieron de manera espontánea, como si detrás de una densa niebla uno viese aparecer un drakkar por primera vez y, ala, “ahí vienen los vikingos”.
Ningún vikingo se habría llamado así mismo “vikingo”. Los habitantes de la península escandinava y Dinamarca antes y durante la llamada “era vikinga” compartían una cultura, costumbres y un territorio, pero a sí mismos se identificarían según la tribu, clan o familia a la que pertenecieran. Los actuales países de Noruega, Suecia y Dinamarca no existían antes de la era vikinga y las fronteras territoriales se difuminaban entre pueblos nórdicos. A partir del siglo VIII se fue dando un proceso paulatino por el que tribus desperdigadas empezaron a unificarse bajo el mando de algún líder hasta convertirse en grandes y poderosas naciones.
¿Por qué los escandinavos se “convirtieron” en vikingos?
Existen varias hipótesis acerca del origen de la palabra “vikingo”. Pero una de las más lógicas es que provendría de “vikingr”, que significa “pirata”, es decir, “ladrones en el mar”. De hecho, contamos con inscripciones rúnicas escandinavas que avisaban del peligro de estos vikingos. Por tanto, parece que las primeras víctimas de los “vikingos” fueron sus propios vecinos “vikingos”.
Las causas que llevaron a estos pueblos de granjeros a subirse a un barco para saquear poblaciones de Europa y Asia (puede que también de América) son variadas y, más que causas, deberíamos hablar de un proceso por el que esta cultura nórdica desembocó en la etapa que los historiadores denominamos “era vikinga”.
Un clásico entre las causas para propiciar importantes cambios históricos: un cambio climático. Este es uno de los elementos que más peso suele tener entre los investigadores y, a la vez, uno de los que más debate genera. De hecho, podemos encontrar referencias acerca de distintos cambios climáticos que habrían propiciado que los nórdicos, granjeros, pescadores y comerciantes, se hicieran a la mar con intenciones de saquear. Unos hablan de un período cálido que tuvo lugar en la Edad Media, que pudo mejorar las condiciones de vida del norte europeo. Otros mencionan, quizás con más sentido, el declive que se vivió en el siglo VI por las consecuencias de dos grandes erupciones volcánicas.
Erupciones volcánicas, una plaga y un nuevo modo de vida
Aquellos que defienden esta teoría, cuentan que el cielo de Europa se oscureció durante más de un año y la temperatura media descendió dos o tres grados. Esta situación tuvo consecuencias dramáticas para la agricultura. A esta coyuntura le siguió la llamada plaga de Justiniano, una pandemia que se sumó al problema climático para acabar con un porcentaje nada desdeñable de la población de Escandinavia. Algunos investigadores incluso ven en estos hechos la inspiración para los mitos nórdicos del Gran Invierno que precede al fin del mundo: el Ragnarök.
Esta crisis de mediados del siglo VI moldeó una sociedad distinta en Escandinavia. Fue el tiempo en el que se organizaron en pequeñas comunidades bajo el mando de líderes guerreros. Se afanaban en conseguir recursos para sobrevivir y esta situación dio lugar a enfrentamientos entre nórdicos. Se fue gestando una cultura guerrera basada en el honor, con dinastías que se fueron creando un nombre destacado entre los nórdicos y formando pequeños reinos. Una solución al declive de la agricultura y ganadería fue la creación de una extensa red comercial tanto interna como externa. Pronto, los recursos del comercio resultaron insuficientes. Fue el inicio de los saqueos vikingos.
Una cultura de comerciantes, veteranos y virtuosos marineros, vieron como una buena opción saquear a los vecinos. No tardaron en fijar su objetivo en los monasterios y otros centros que conocían por su actividad comercial. Aquellas riquezas convertían a un comerciante nórdico en un vikingo. El siguiente paso fue la venta de prisioneros de guerra como esclavos. Junto al saqueo, los historiadores han calculado más de trece toneladas de plata que las víctimas pagaban a los vikingos para que se marcharan. Cría fama y échate a dormir. El miedo que infundieron se extendió como la pólvora por toda la cristiandad y en muchas ocasiones la sola presencia de vikingos era suficiente para volver a casa con un botín.
Fuente: Artículo de Muy Historia Digital
Fuente: nordictreats.es
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