La guerra del whisky entre Dinamarca y Canadá
La Isla de Hans fue el campo de batalla de una “guerra sin víctimas” de lo más curiosa.
Esta isla está situada en el canal Kennedy, entre Groenlandia y la isla de Ellesmere. Una línea imaginaria en medio del estrecho parte la isla por la mitad. Canadá y Dinamarca no podían ponerse de acuerdo sobre la isla Hans en 1973 cuando se firmó un tratado fronterizo, así que dejaron en blanco la descripción de esta frontera No olvidemos de Groenlandia forma parte del Reino de Dinamarca.
La isla, al estar exactamente sobre la línea que divide la soberanía de estos dos países, quedó a través de un tratado internacional como tierra de nadie. No obstante una petrolera canadiense la utilizó como base de operaciones y eso fue lo que inicio el conflicto. Pero lo más curioso sería cómo se desarrollaría ese conflicto.
Al enterarse las autoridades danesas fueron a la isla y dejaron una bandera y una botella de whisky como forma de reivindicar su autoridad sobre la roca.
Los canadienses hicieron los mismo pero poniendo su bandera y otra botella de whisky canadiense un par de semanas después, iniciando así toda una “tradición”.
Entre los años 1988 y el 2005 los ejércitos se turnaban para ir a la isla a colocar su bandera correspondiente y su botella pertinente como si de una conquista territorial se tratase.
Finalmente la “guerra” se dio por finalizada en 2007 cuando se construyó una estación meteorológica conjunta entre los dos países.
Como dato curioso encontramos que el periódico canadiense The Globe and Mail informó el 10 de junio de 2022 de que los Gobiernos canadiense y danés habían acordado una frontera en la isla, dividiéndola entre el territorio canadiense de Nunavut y el país autónomo danés de Groenlandia. Ocurrió en medio de la invasión rusa de Ucrania, ya que querían demostrar a otros países (Rusia sobre todo) que las disputas pueden resolverse pacíficamente.
Las dos naciones suelen hacer humor de esta disputa fronteriza menor. A pesar de la seriedad oficial del asunto, la forma en que se llevó a cabo el conflicto fue distendida, lo que queda demostrado, entre otras cosas, por el tiempo que se tardó en resolver la disputa. Ambas naciones mantienen relaciones cordiales y son además miembros fundadores de la OTAN. Prácticamente no se ha producido ningún cambio significativo, aparte de la superficie total de las dos naciones. La resolución también tuvo el efecto secundario de brindarles a Canadá y Dinamarca una frontera terrestre entre sí, lo que significa que ambos países ya no limitan con un solo país (Estados Unidos y Alemania, respectivamente)
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